Que la dignidad sea norma en la vida y en la muerte

13 de octubre de 2020. Los medios de comunicación constituyen uno de los mecanismos para el acceso a la información en la sociedad, gozan de un papel protagónico en la construcción de realidad y de opinión pública. Así como difunden información, también replican imaginarios sociales y prejuicios previamente existentes en la sociedad sobre determinados temas y grupos poblacionales; de allí su capacidad para instalar prejuicios o para moldear y transformar imaginarios, en ese ejercicio de creación de realidad[1].

Por esta razón, la responsabilidad de quienes producen información mediática debe girar alrededor del cuidado frente al contenido, pero también de la forma, del lenguaje en que se presenta la información para, desde ahí, evitar la reproducción de prejuicios que generen violencia hacia grupos históricamente vulnerados.

Refiriéndose a mujeres trans, en la web encontramos titulares como: “Asesinan a hombre vestido de mujer”[2], “Asesinan a puñadas a travesti”[3], “Policía tiene identificado al presunto asesino de ‘Michel’” o “Asesinado cerca de la Plaza de Toros vino de Medellín[4]

El caso más reciente, el de Michel, una mujer trans asesinada en Cartagena, fue documentado por la prensa local como el asesinato de un hombre: “Anderson era oriundo de Medellín, donde lo conocían como ‘Brenda’. En Cartagena le decían ‘Michel’ y era trabajador sexual”. Esta forma de redactar las noticias, de contar la historia de una persona que fue asesinada no es algo que ocurra de forma desprevenida o natural, pues el desconocimiento de la categoría de identidad de género o su abierto rechazo, se explica precisamente desde los prejuicios entorno a la sexualidad y el género. Esos prejuicios, incluso compartidos por los familiares quienes suelen referirse a las víctimas trans con el nombre y género asignado al nacer, son caras de la misma moneda.

Respetar la dignidad equivale a reconocer a las otras personas en cuanto a su diversidad, su forma de identificarse ¿Las personas trans ni siquiera estando muertas pueden ser llamadas como quieren ser llamadas? ¿Al morir no tenemos conciencia de cómo nos nombran, pero que repercusiones simbólicas genera para quienes están vivas y luchan por ser?

La complicidad social, que se revela desde el contenido y consumo de las noticias de algunos medios de comunicación que reproducen prejuicios a mujeres trans, les invisibilizan, criminalizan y optan por el no reconocimiento de su identidad de género, actúa como un factor legitimador para la perpetración de violencias hacia los cuerpos de estas mujeres y las respuestas indolentes por parte de la sociedad y del Estado.

En ese sentido, la responsabilidad mediática con la presentación de noticias de mujeres trans debe, como primer paso, tener en cuenta la importancia del reconocimiento del nombre identitario el cual, desde la Corte Constitucional colombiana en la sentencia T-363 del 2016 se reconoce que este no corresponde a un “alias”, es la forma como la persona se reconoce y desea ser reconocida en ejercicio de la construcción libre de su identidad.

Como buenas prácticas en la construcción de contenido de nuestra investigación Enterezas en Movimiento, sugerimos los siguientes aspectos:

  • No se debe caer en sensacionalismos, mirar qué tan relevante es la información que se desea divulgar (no utilizar fotos de los cuerpos o heridas).
  • Evitar patologizar a las mujeres trans, ellas no están enfermas. Desde el año 2018 la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar a transexualidad como una patología mental, información que se puede corroborar en su manual de enfermedades.
  • No revictimizar, evitar culpabilizarlas de las violencias que les afectan.
  • Para mayor información sobre temas de identidades de género o sobre diversidad sexual, acudir a organizaciones, colectivas o defensoras/es de derechos humanos que trabajen con esta población.

Con cuatro conmemoraciones en el mes de octubre, el movimiento LGBTI busca consolidar su sello más original a través de la visibilidad como mecanismo de exigibilidad de derechos, que se asume en lo global desde su movilización y determina en la particularidad de sus agendas: el día para salir del closet (11/10), de las rebeldías lésbicas (13/10), “Spirit Day” (16/10) y la visibilidad intersex (26/10). Son fechas que hacen parte de una agenda regional y mediática que en algunos territorios, por razones de autonomía, no son acogidas, su celebración es una oportunidad para reflexionar sobre las prioridades en el proceso de constituirnos como proceso social y reivindicar la agenda que dé un derrotero que permita la ciudadanía plena. Por supuesto hay otras fechas igual de significativas en otros meses y días del año, por ejemplo, de la visibilidad bisexual (23/09), la memoria trans (20/11), orgullo LGBT (28/06), las familias diversas (15/05) y el día de no a la homofobia y la transfobia (17/05), pero quiero aprovechar esta agrupación de cuatro conmemoraciones en octubre para reflexionar el significado simbólico y social que tienen para la construcción del proceso colectivo el pensarnos desde estos acontecimientos.


[1] Se puede ampliar en Caribe Afirmativo, ANIT, Somos CDC y ANIT (2020). Enterezas en Movimiento: https://enterezas.com/wp-content/uploads/2020/09/Enterezas-en-movimiento-dos.pdf

[2]https://www.wapa.tv/noticias/locales/asesinan-a-hombre-vestido-de-mujer-en-santurce_20110606080705.html

[3] https://www.clarin.com/ediciones-anteriores/asesinan-travesti-punaladas_0_SJbXkxpkRFg.html

[4] https://www.eluniversal.com.co/temas/-/meta/asesinato-cartagena

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