¿Y qué sería de nosotras sin las que se atreven a gritarlo?

1° de diciembre de 2020. Los espacios privados presentan igual o, incluso, mayor peligro que los espacios públicos para los cuerpos que transgreden la heteronormatividad. La violencia de género no tiene muros de contención o un escenario fijo, se presenta en cualquier espacio o contexto en las vidas de mujeres, especialmente mujeres LBT.

Al respecto, en la investigación La gente me señala (Cuello, 2020), se establece que el espacio público y los espacios privados abiertos al público suelen ser también escenarios en los que es frecuente la violencia sexual a mujeres lesbianas, bisexuales y trans jóvenes.

Estos escenarios son denominados como cotidianos para el común, pero para las mujeres LBT son espacios en donde se encuentran expuestas ante el abuso y el acoso sexual por estar frente a la hipersexualización de sus cuerpos por los estereotipos que se tienen sobre el ser bisexual, lesbiana o trans, lo cual suele ser fetichizada por los prejuicios que rodean el ser una mujer diversa.

El caribe colombiano adolece ser el escenario constante de abusos y acosos sexuales, entre otras violaciones a los derechos humanos, hacia mujeres LBT. Caribe Afirmativo, en su trayectoria jurídica, ha documentado y siendo apoderado en casos de esta índole, en donde ha quedado demostrado que, aunque existan rutas de acceso a la justicia, falta eficacia y voluntad institucional para que sean veraces en la defensa de los derechos fundamentales de las víctimas.

Como se demuestra en el caso de una pareja de mujeres lesbianas en Barranquilla, que a finales de 2019 se encontraban en la plazoleta de comidas del Centro Comercial Viva, departiendo y demostrándose afecto, cuando fueron abordadas por guardias de seguridad del establecimiento, quienes les pidieron que dejaran de hacerlo o se tenían que retirar del sitio, pues habían menores de edad.

El caso es llevado a instancias legales con el acompañamiento de Caribe Afirmativo, en donde se denota la falta de voluntad constitucional al tener que recurrir a la Corte Constitucional para la debida revisión del caso y protección a los derechos fundamentales vulnerados.

Otro de los espacios abiertos al público que son escenarios de vulneración a mujeres LBT, en donde suelen ser discriminadas son las discotecas y los moteles. En la investigación La Gente Me Señala (Fondo Lunaria, 2020), mujeres trans aseguran que les restringen la entrada por su expresión de género. Estas situaciones de discriminación ocurren incluso en espacios de homosocialización, donde mujeres lesbianas, bisexuales y hombres gais tienen vía libre, pero no las personas trans. Esto es asegurado por una mujer trans, quien llegó a instancias legales para que le permitieran el acceso de mujeres trans a un video-bar en Barranquilla.

“Fui a un video-bar LGBT y me dijeron que ahí no entraban travestis ni nada. Entonces entutelé y siempre falló a mi favor. Me tocó llamar a la Policía para que nos dejara entrar. La discoteca que más se reserva el derecho de admisión es Lives.” (Grupo focal realizado y citado en Cuello, 2020, p. 39)

Estos casos discriminatorios no solo suceden en espacios nocturnos, parques o calles oscuras. Como aseguramos al inicio, todos los espacios públicos o privados presentan un peligro inminente para las mujeres, incluso mayor si se trata de mujeres LBT, como el caso de una mujer lesbiana en Barranquilla, quien el 5 de noviembre en horas de la noche ingresó a la sala de urgencias de la clínica La Asunción por episodios de convulsión. Su pareja la acompañó al centro médico. La víctima denunció que mientras estuvo internada, un enfermero le tocó sus senos y genitales en una sala de reanimación (El Espectador, 2020).

Este caso se encuentra en manos de la Fiscalía General de la Nación, quienes tienen la labor de investigar los hechos ilegales expuestos por la denunciante y su pareja, que incluyen complicidad al relatar que “la primera escena que encontré de ella (víctima) es que estaba agarrando a la doctora de turno y que todos estaban gritando. Ella estaba en pánico, casi no podía respirar”. La pareja de la víctima relata que en ese momento en la sala estaban la doctora, dos enfermeras y el presunto responsable, un enfermero, quienes no activaron las rutas en casos de violencia sexual.

Así mismo, Caribe Afirmativo (2018) en su investigación Enterezas revela que parte de la violencia que viven algunas mujeres trans se sitúa en lugares privados, que bajo argumentos que desconocen la identidad de género niegan la entrada y el préstamo de servicios.

Se trata de escenarios como: Centros comerciales: Niegan el uso del baño, la entrada o las muestras de afecto en público; Hospitales: Se oponen a reconocerlas por su nombre identitario, falta de confidencialidad y ética en la prestación del servicio de salud, existen prejuicios relacionados con el VIH/Sida en la atención en salud (Lo primero que hacen los prestadores de servicios de salud es realizar examen de sangre para verificar si tiene VIH, no aplican el enfoque diferencial por acción u omisión; Bares, discotecas, estaderos o terrazas: Discriminación, especialmente por su expresión de género (la forma de vestirse) (Caribe afirmativo, 2018. P.90).

Son las calles, los parques, las avenidas, las plazas, e incluso los espacios privados abiertos al público, como centros comerciales, discotecas, hospitales, entre otros, los espacios en donde todas y todos nos encontramos para compartir y ser. Sin embargo, la práctica se aleja de la teoría al golpearnos con la realidad que nos relata casos de violencia sexual, discriminación y acoso sexual hacia mujeres, desafortunadamente en especial LBT.

¿Qué hacer cuando te quedas petrificada por el miedo ante la violencia de género? Activa la ruta, llama a una compa, busca ayuda. La visibilidad de estos casos de violencia ayuda a bajar los índices y cifras. ¡Por una Colombia feminista, no nos quedemos calladas!

Referencias

Caribe Afirmativo (2018). Enterezas, Mejorando la respuesta a casos de violencia contra mujeres lesbianas, bisexuales y trans. Disponible en: http://Caribeafirmativo.lgbt/wp-content/uploads/2018/10/A-0539_OS_Investigacion-enterezazBAJA.pdf

Cuello, V. (2020) ¡Ay, el mundo se va a acabar! Primero era mujer con hombre y ahora es mujer con mujer y los hombres quieren ser mujeres”: relatos de violencias por prejuicios contra mujeres jóvenes lesbianas, bisexuales y trans en el departamento del Atlántico en La gente me señala: Investigación sobre violencias hacia las mujeres jóvenes LBT (pp. 17-44). Fondo Lunaria Mujer. Disponible en: https://fondolunaria.org/wp-content/uploads/2020/11/ME-SENALAN-16-09-2020.pdf

El Espectador (6 de noviembre del 2020) Denuncian abuso sexual durante proceso médico en la clínica La Asunción, en Barranquilla. Disponible en: https://www.elespectador.com/noticias/nacional/denuncian-presunto-abuso-sexual-durante-proceso-medico-en-la-clinica-la-asuncion-en-barranquilla/

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