Desde 2018, el proyecto Enterezas, ha venido trabajando de la mano con mujeres LBT y funcionariado público encargado de la investigación y judicialización de los casos de violencia por prejuicio en Colombia, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, con el fin de mejorar la respuesta a estos casos.
La pandemia COVID-19, ha traído enormes desafíos para la vida cotidiana, especialmente para la vida de las mujeres latinoamericanas y, por ello, se hace necesario visibilizar cómo las medidas adoptadas por los diferentes gobiernos, han impactado sus vidas. Es una realidad común en Iberoamérica que, durante el aislamiento social, se han incrementado las denuncias sobre violencia contra la mujer; muchos de estos casos se enmarcan en feminicidios, violencia intrafamiliar y violencia sexual. En el caso de las mujeres lesbianas, bisexuales y trans, además de las mencionadas, se han registrado varios casos de discriminación, amenazas y abuso policial. Por tanto, la vulnerabilidad a la que se exponen las mujeres con orientación sexual o identidad de género diversa, es mucho mayor.
En países como Colombia, República Dominicana, Honduras y Nicaragua, las mujeres LBT que se desempeñan en el sector laboral informal, han manifestado no estar recibiendo la ayuda humanitaria oportuna y suficiente, para sobrellevar la crisis. Las mujeres trans trabajadoras sexuales, se encuentran expuestas a mayor riesgo de contagio al no contar con elementos de seguridad y sanidad para procurar su subsistencia y adicionalmente, un riesgo que se ha identificado para las mujeres trans, tiene que ver con las medidas de segregación sexual y de género para controlar la circulación de la ciudadanía.
Para mitigar la crisis sanitaria, económica y social del COVID-19, varios gobiernos han implementado medidas que son el reflejo de una sociedad heteronormada y binaria. Un ejemplo de este tipo de medidas es el control de la circulación a partir de del sexo/género, con mecanismos como el “pico y género”. Esta medida, consiste en que la ciudadanía puede salir de sus casas en días determinados por las administraciones, de acuerdo a su sexo/género, es decir, unos días para “hombres” y otros para “mujeres”, exponiendo a una situación compleja a las personas trans, puesto que muchas veces la policía y el personal encargado no tiene formación en diversidad sexual y de género y muchas veces, solicita la cédula para confirmar si se es “hombre” o “mujer”, sin tener en cuenta la construcción identitaria y los derechos de las personas trans.
El “pico y género” aplicado en países como Perú, Panamá y Colombia (en Bogotá, Cartagena y Tuluá), abrió paso a casos de discriminación en el espacio público por parte de ciudadanía, funcionariado de las administraciones locales y fuerza pública encargada de controlar el cumplimiento de las medidas. Los desafortunados resultados de esta medida llevaron a que en Perú y en la ciudad de Bogotá, se cancelara, puesto que la medida mostró no ser lo suficientemente eficiente y además, expuso a mayor riesgo de violencia a las personas trans, y especialmente a las mujeres trans.
En Colombia, se han dado varios casos de violencia contra las mujeres LBT. En Barranquilla, por ejemplo, se han documentado casos de feminicidios a mujeres LBT, durante el aislamiento social. Lidia Gamero, mujer lesbiana de 34 años y oriunda del municipio de Sabanagrande, fue asesinada por un hombre que, aprovechando el contexto del aislamiento, entró en su casa, hirió a su pareja y la mató con un arma de fuego. La coyuntura de la pandemia parece favorecer las agresiones por prejuicio y su impunidad, puesto que es más difícil mantener las redes de apoyo y acudir a buscar ayuda en contextos de confinamiento. Estos lamentables hechos aún no han sido esclarecidos.
Situación delicada viven igualmente las mujeres trans en Colombia, pues además de las medidas de “pico y género”, la mayoría, ha sido sometida a procesos de marginalización social, por lo que viven en contextos empobrecidos, se dedican al trabajo sexual o informal, no tienen acceso a salud, educación y derechos sociales de calidad, algunas habitan en calle, otras conviven con VIH y muchas denuncian ser víctimas de violencia policial de manera frecuente. Muchas mujeres trans del Caribe, manifiestan estar pasando hambre y mucha necesidad en estos momentos, máxime cuando no se les permiten ejercer el trabajo sexual y son criminalizadas cuando las descubren ejerciéndolo. Durante el aislamiento social, en la ciudad de Barranquilla, también se reportó el asesinato de Paloma, una mujer trans de 33 años, cuyo cuerpo fue encontrado en el barrio La Chinita. Fue asesinada con 20 puñaladas. La sevicia encontrada en el cuerpo de Paloma, da cuenta de que seguramente fue un caso de violencia por prejuicio.
Por lo anterior, resulta claro que el recorte de libertades a la ciudadanía que se encuentra confinada en sus casas con las medidas de control de circulación, no afectan de la misma manera a todas las personas. Como bien se ha expresado en los medios de comunicación de varios países, la experiencia del confinamiento y de las medidas de mitigación de la pandemia, afectan de manera diferente, de acuerdo al nivel socio-económico de las personas; a esta variable debe sumarse el género y la orientación sexual, como categorías que también podrían explicar una vivencia diferente de la pandemia.
Para analizar y compartir información referente al contexto pandémico y su afectación específica a las mujeres LBT, se ha lanzado el Observatorio de violencias a mujeres LBT, cuyo objetivo es informar sobre las situaciones que atraviesan las mujeres LBT ante el COVID-19 y los impactos de las medidas de mitigación, abordando necesidades específicas que surgen o se profundizan con ocasión de la pandemia, la efectividad o inoperancia de las autoridades públicas a la hora de abordar los casos y realizar los procedimientos durante la época de confinamiento, evaluando los posibles riesgos que los contextos traen para las mujeres LBT. Los casos que serán analizados en el Observatorio son:
- Discriminación
- Agresiones físicas y verbales
- Amenazas
- Violencia intrafamiliar
- Violencia sexual
- Abuso de autoridad, exceso en el uso de la fuerza.
- Constreñimiento ilegal
Adicionalmente se presentará la información teniendo en cuenta las particularidades por:
El Observatorio de violencias a mujeres LBT, se constituye en esa vía, en una plataforma de denuncia de casos de violencia por prejuicio hacia mujeres LBT durante el COVID-19, en donde se visibilizarán sus impactos diferenciados. La metodología del Observatorio consistirá el mantenimiento de una base datos especializada en casos de violencia y riesgos para mujeres LBT en Latinoamérica, que se nutrirá de noticias, denuncias, informes y mensajes de la ciudadanía. A partir de allí, se realizarán publicaciones semanales con datos relevantes y hallazgos sobre la situación de las mujeres LBT. Te invitamos a consultar los datos que semanalmente estaremos publicando y, si tienes información de casos, riesgos y situaciones referentes a LBT que quieras denunciar durante esta época de COVID-19, nos puedes escribir al correo: trabajosocial@caribeafirmativo.lgbt