3 de agosto de 2021. En el evento Enterezas en Movimiento, un Congreso Internacional de tres días que se realizó en junio de este año, dedicamos un espacio a la salud mental de mujeres LBT para conversar sobre las ocasiones en que las mujeres han necesitado ayuda inmediata, los problemas presentes en esas situaciones, las redes de apoyo, las formas en que hemos sido sostén y refugio para otras, los temores cuando se ofrece ayuda y los cuidados que las mujeres tienen consigo mismas alrededor de estos aspectos. Lo anterior se exploró desde algunos supuestos básicos de Primeros Auxilios Psicológicos (PAP), entendidos como la ayuda inicial recibida por una persona que ha vivido una experiencia traumática, entre las que podemos nombrar violencias, conductas autolesivas, desastres, emergencias, noticias adversas o cualquier situación que pueda desencadenar una crisis emocional, en la que suelen estar presentes sentimientos como desorientación, desamparo, dolor, angustia y una amplitud de reacciones que varían según la persona que las vivencia.
En este espacio entendimos que los PAP nos sirven para contener a las otras, para apañarlas, proporcionarles apoyo, posibilitar la expresión de emociones y sentimientos, buscar alternativas inmediatas o a corto plazo, restablecer el equilibrio emocional, proporcionar información y enlaces con redes de apoyo (cercanas e institucionales), evaluar debilidades y fortalezas, y reducir la morbilidad (evitar el desarrollo de afectaciones mentales o físicas). Comprendimos que cuando las mujeres LBT atraviesen crisis emocionales, podemos ubicarnos desde esta perspectiva para que se sientan acogidas y acompañadas. Revisamos puntos centrales de los PAP que direccionan el proceso de atención: el contacto, el análisis del problema, la evaluación de recursos, las acciones concretas y el seguimiento.
También descubrimos que no es necesario ser profesionales para ofrecer PAP, que cualquier persona con cierta preparación puede brindarlos, y que hay consideraciones básicas de las relaciones humanas aplicables en este acompañamiento que podrían ampliarse a todas las relaciones interpersonales, más aún entre sociedades que enseñan el individualismo, la competencia, el rechazo a lo distinto y la negación de las crisis.
Esperando que puedas aplicar algunas de estas consideraciones cuando brindes PAP, o en tu vida cotidiana y en tus vínculos e interacciones con otras mujeres, te compartimos algunas: presta atención a ti misma, propicia el encuentro con la otra persona, escucha y escucha también los silencios, pon atención al lenguaje verbal y no verbal, conecta con el dolor de la otra, permite y respeta el tiempo que cada persona necesita para enfrentar su momento, evita presionar, ten cuidado con los “deberías” y con los comentarios o las preguntas que cobijen juicios, estereotipos, violencias o negación de las experiencias de la otra persona. Has preguntas que permitan la apertura de posibilidades y posibilita la exploración de opciones y perspectivas, valida todos los sentires de la otra, acepta el llanto, permanece cercana (sin invadir). Evita comparar la tragedia o la situación con algo “peor”, a cambio podrías decir “estoy aquí para escucharte. Es una situación muy compleja. Lo que estás sintiendo está bien. Por favor dime cómo puedo ayudarte”. Cuando no sepas qué hacer, manifiéstalo. No saberlo todo y no poder resolverlo todo también nos pone en un lugar de humanidad, y por lo tanto de cercanía con la otra persona.
Es importante tener en cuenta que en las personas que brindan PAP también hay vulnerabilidad. En ocasiones, los problemas o las situaciones adversas que vivencian otras mujeres, pueden desbordarnos, por lo que es necesario construir herramientas para canalizar el estrés cuando se ofrecen PAP, y tener cuidados y apañes posteriores a la situación. Acompañar en el sufrimiento puede dejar marcas, siendo indispensable ser conscientes de eso y prepararse para afrontarlo.
Reflexionamos, entre otras cosas, sobre la importancia que tiene la formación en PAP para el personal que le corresponde atender casos de violencias contra mujeres LBT, esperando que las instituciones reconozcan el valor que tiene, y ejecuten acciones para brindarle una atención integral a las mujeres LBT.
Al finalizar el espacio psicosocial en el Congreso, cada una construyó su propio plan para situación de crisis. Mujeres y lideresas LBT que participaron del encuentro, recibieron con apertura y agradecimiento el espacio, expresando que esperan replicarlo con sus amigas, en sus colectivas y en sus procesos organizativos. Desde Enterezas igualmente lo deseamos e invitamos a que las acciones de cuidado sean también para sí mismas.