Reflexiones del Encuentro Internacional Enterezas en Movimiento

14 de julio de 2021. Durante el 02,03 y 04 de junio de 2021, celebramos un encuentro internacional que reunió a mujeres lesbianas, bisexuales y trans y funcionariado público de Colombia, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, con el fin de presentar y construir reflexiones en torno a la situación de  DDHH de las mujeres LBT, violencias y barreras en el acceso a la justicia, en el contexto de la pandemia.

Durante el primer y segundo día del Encuentro, las mujeres LBT de los diferentes países, a través de una metodología de trabajo colectivo en sesiones individuales por países cuyas reflexiones fueron compartidas en una sesión plenaria más amplia, trataron (i) patrones de violencia que persisten hacia las mujeres LBT y (ii) las barreras en el acceso a la justicia que experimentan en sus países.

De acuerdo con los resultados de las conversaciones, hay un contexto hostil y de impunidad regional que no obstante las particularidades de los territorios, termina caracterizando las experiencias de las mujeres LBT y su relación con las instituciones estatales encargadas del abordaje. Así, llaman la atención sobre la existencia de un gran subregistro de los casos de violencia, sobre todo, en el caso de violencias que se dan en el seno de la familia que se encuentran naturalizadas y en el caso de las personas trans cuya identidad de género se sigue negando en sede institucional a la hora de gestionar los casos.  Esta situación se corresponde con altas cifras de impunidad que adicionalmente, restan confianza por parte de ellas en las autoridades.

También se destaca el ejercicio del trabajo sexual como una actividad de riesgo que, a pesar de no estar directamente criminalizada en los códigos penales de los países, sigue teniendo ese tratamiento por parte de la Policía y por parte de la sociedad. Resaltaron que, en algunos de sus contextos, como en Honduras y República Dominicana, la legitimación de los discursos prejuiciosos y de justificación de la violencia viene incluso de funcionarios de altas esferas estatales, como congresistas que han afirmado públicamente que “las propias mujeres son las culpables del feminicidio” por la vestimenta o actitud frente a una situación de violencia.  

Según un boletín de Honduras, cada 16 horas se asesina a una mujer y las mujeres LBT llaman la atención respecto de que los operadores de justicia no hacen caso a las demandas de justicia pues la impunidad se mantiene alrededor de un 98%, donde a pesar de existir una ruta de atención de casos de feminicidios a mujeres trans, no se realiza diferenciación para muertes violentas mujeres trans. Las mujeres LBT de Nicaragua han llamado la atención sobre su “habitar” en el espacio público, y manifiestan miedo a poder visibilizarse, por la exposición a violencias que persiste.

Respecto a las dificultades o barreras en el acceso a la justicia hay consenso en que no ha habido un acompañamiento debido de los casos, pues en varios de sus contextos no existe voluntad política por parte del Estado en ofrecer condiciones mejores de vida o entornos libres de violencia, conforme a los compromisos internacionales. Manifiestan la existencia de protocolos y cargos “de papel” que no ofrecen soluciones efectivas en el abordaje de los casos y una instrumentalización de los discursos y esfuerzos del movimiento LGBT, del movimiento de mujeres que no representa mayores niveles de dignidad en su día a día.

Paralelamente en Honduras, Nicaragua y República Dominicana sigue existiendo un déficit de protección en cuanto a familias diversas, adopción igualitaria, derechos a la identidad de género o cambio de nombre y componente sexo, matrimonio igualitario, derechos patrimoniales, violencia intrafamiliar, procesos médicos de reafirmación de identidad, entre otras.

¿Cómo yo puedo ir a denunciar si hay tanta revictimización y normalización de esas violencias?

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